Time:2025-07-23 06:15:18 Source:Tecnología de rodamientos Luoyang MC Co., Ltd.
Los rodamientos de doble hilera son componentes críticos en maquinaria pesada, diseñados para soportar cargas axiales, radiales y de momento significativas, a la vez que permiten el movimiento de rotación. Debido a los exigentes entornos en los que operan, son susceptibles a diversas fallas. Comprender estos problemas comunes y sus soluciones es crucial para mantener el rendimiento y la longevidad del equipo.
Ruido anormal (chasquidos, chirridos, chirridos o traqueteos):
Falta de flexibilidad en la rotación (Rigidez, movimiento lento o atascamiento):
Causas:
Lubricación insuficiente: La grasa se vuelve viscosa, especialmente en climas fríos, o simplemente hay lubricación insuficiente.
Objetos extraños en la pista: Bloquean los elementos rodantes.
Operación con sobrecarga: Causa daños en la pista.
Instalación incorrecta: Superficie de montaje irregular, lo que resulta en una distribución desigual de la fuerza o en un juego negativo en el rodamiento.
Bandas de sellado dañadas: Permiten la entrada de objetos extraños o humedad.
Deformación del rodamiento: Debido a una carga excesiva o defectos de fabricación.
Juego excesivo: Produce movimientos bruscos o holgura.
Síntomas: Dificultad para girar la plataforma giratoria, movimientos bruscos o incapacidad total para girar.
Fuga de aceite:
Causas:
Llenado frecuente de lubricante: El exceso de engrase puede expulsar el lubricante de los sellos.
Lubricante diluido: Debido a la mezcla con fluido hidráulico o aceite para engranajes, o a altas temperaturas.
Lubricante incorrecto: No apto para la temperatura de funcionamiento.
Sellos de aceite dañados o sueltos: Desgaste, envejecimiento o instalación incorrecta de los anillos de sellado.
Carcasa del rodamiento deformada: Permite fugas de aceite.
Síntomas: Fuga visible de grasa o aceite de los sellos o la carcasa del rodamiento.
Vibración excesiva:
Causas:
Pernos de montaje sueltos: Permiten la vibración del rodamiento o del equipo.
Superficie de montaje irregular: Produce una distribución desigual de la fuerza.
Elementos rodantes dañados o sueltos: Provocan desequilibrio durante la rotación.
Sobrecarga: Excede la carga de diseño.
Engranajes o ejes dañados: Provocan desequilibrio y vibración.
Síntomas: Vibración o temblor de la estructura giratoria.
Corrosión:
Causas:
Exposición a la humedad o productos químicos corrosivos: Especialmente en entornos hostiles.
Condiciones de almacenamiento deficientes: Antes de la instalación.
Inhibidor de óxido insuficiente: En el lubricante.
Sellos dañados: Permiten la entrada de contaminantes.
Síntomas: Óxido visible o picaduras en las superficies de los cojinetes.
Dientes rotos (en el engranaje integral):
Causas:
Juego de engrane inadecuado: Entre el engranaje del rodamiento de giro y el piñón de accionamiento.
Sobrecarga o cargas de impacto: Exceden la resistencia del engranaje.
Defectos del material: En los dientes del engranaje.
Desgaste: Provoca el debilitamiento de los dientes.
Extrusión radial: Debido al momento de inclinación del sistema.
Síntomas: Ruidos de rechinamiento, paradas repentinas o fallo completo del mecanismo de rotación.
Para ruidos anormales y falta de flexibilidad:
Lubricación:
Engrase regular: Siga las recomendaciones del fabricante (p. ej., cada 100-250 horas para rodamientos de bolas, 50 horas para rodamientos de rodillos). Utilice el tipo especificado de grasa de extrema presión (EP2).
Técnica correcta de engrase: Gire lentamente el rodamiento mientras lo engrasa para asegurar una distribución uniforme. Evite la lubricación estática o la lubricación en un solo punto.
Revise la grasa usada: Limpie la grasa expulsada e inspeccione si hay arenilla o residuos metálicos, lo cual indica daños internos.
Reemplace la grasa deteriorada: Si la grasa se ha diluido o muestra signos de contaminación, límpiela y rellénela.
Inspección y limpieza:
Compruebe si hay objetos extraños: Retire los anillos de sellado (si son accesibles) e inspeccione la pista de rodadura en busca de residuos.
Limpieza regular: Evite la acumulación de suciedad, polvo y otros contaminantes alrededor del rodamiento.
Instalación y alineación:
Asegure una superficie de montaje plana: Remecanice o utilice calzas para corregir cualquier irregularidad en la base de montaje. Esto garantiza una distribución uniforme de la carga y evita una holgura negativa.
Ajuste la holgura de los engranajes: Asegúrese de que haya una holgura adecuada entre la corona de giro y el piñón de accionamiento (p. ej., 0,05 x módulo mínimo).
Apriete los pernos de montaje: Siga la secuencia de par de apriete especificada (p. ej., principio diagonal) y vuelva a apretarlos después del primer uso (p. ej., después de 100-500 horas) y posteriormente con regularidad (p. ej., cada 1000 horas). Reemplace los pernos si muestran signos de daño o una resistencia a la tracción reducida.
Gestión de la carga:
Evite la sobrecarga: Asegúrese de que el equipo funcione dentro de la capacidad de carga de diseño del rodamiento. Reduzca la carga si es necesario.
Comprobación de la precarga: Asegúrese de que el ajuste de la precarga sea correcto según las especificaciones del fabricante.
Fugas de aceite:
Frecuencia de lubricación: Respete los intervalos de lubricación recomendados para evitar un engrase excesivo.
Tipo de lubricante: Utilice el tipo correcto de lubricante para las condiciones de funcionamiento.
Verificación de fugas internas: Inspeccione si el aceite hidráulico o de engranajes de otros componentes (p. ej., motor hidráulico, reductor) se filtra hacia la cavidad del rodamiento de giro.
Inspeccione y reemplace los sellos: Compruebe si los sellos de aceite externos e internos están dañados, desgastados o sueltos. Reemplace los sellos dañados de inmediato.
Repare la deformación de la carcasa: Si la carcasa del rodamiento está deformada, podría necesitar reparación o reemplazo.
Vibración excesiva:
Apriete los pernos de montaje: Como se describió anteriormente, asegúrese de que todos los pernos estén correctamente apretados.
Verifique la superficie de montaje: Asegúrese de que sea plana y rígida.
Inspeccione los componentes internos: Si las vibraciones persisten, el rodamiento podría presentar daños internos (p. ej., elementos rodantes desgastados, jaula dañada) que requieran desmontaje y reemplazo.
Evaluar la carga: Verifique que la carga del equipo esté dentro de los límites.
Verifique si hay ejes o engranajes deformados: Estos también pueden contribuir a la vibración.
En caso de corrosión:
Mejorar el almacenamiento: Almacene los rodamientos en un lugar cubierto, seco y sin polvo.
Embalaje adecuado: Asegúrese de que la protección contra la oxidación sea adecuada durante el envío y el almacenamiento.
Use un lubricante adecuado: Con suficientes inhibidores de oxidación.
Mantenimiento de los sellos: Asegúrese de que los sellos estén intactos para evitar la humedad y la intrusión de productos químicos.
En caso de dientes rotos:
Ajuste la holgura de los engranajes: Establezca correctamente la holgura entre el engranaje del rodamiento de giro y el piñón de accionamiento.
Considere los engranajes helicoidales: Si corresponde, los engranajes helicoidales pueden ofrecer una mejor distribución de la carga.
Verifique si hay extrusión radial: Solucione cualquier problema que cause un momento de inclinación excesivo que ejerza tensión sobre los dientes del engranaje.
Reemplace el rodamiento dañado: Si los dientes están rotos, generalmente es necesario reemplazar el rodamiento.
Inspección visual regular: Busque signos de desgaste, corrosión, fugas de aceite y pernos flojos.
Análisis de vibraciones: Detecte cambios sutiles en el estado de los rodamientos antes de que se produzcan fallos graves.
Análisis de aceite: Inspeccione el lubricante en busca de contaminantes (p. ej., partículas metálicas) que indiquen desgaste o daños.
Monitoreo de temperatura: Un calor excesivo puede indicar problemas de lubricación o daños internos.
Medición de la deflexión: Mida la deflexión total bajo una carga conocida para evaluar el desgaste y la holgura de los rodamientos.
Registro de mantenimiento: Mantenga registros detallados de las inspecciones, la lubricación y cualquier problema detectado.
Al implementar un programa de mantenimiento integral y abordar con prontitud cualquier síntoma anormal, se puede prolongar significativamente la vida útil y la fiabilidad de los rodamientos de doble hilera. Si se sospecha que hay daños graves, se recomienda consultar con el fabricante del rodamiento o con un técnico de servicio cualificado.